el deseo a medias

pesadillas

empuñaba una catana, y le rebanaba la cabeza a un hombre

chorreaba sangre

y cuchillos clavados

empezaba yo la batalla, era el fin.

la raza y el dolor tenían que ver

toda la sangre que corría
salíamos victoriosos,

después de todo

terrícolas

enviado por SoL

duerme

collage de canciones

un quijote de hierro (está orgulloso, lo dice.)
mucho
de otras cosas quizás no tanto
le apetece, lo noto. salir un rato
y a mí

gustaría saber lo que piensa, de mí y de la situación
pagaría por saberlo, aunque no tanto como para ver un concierto de Platero
nos reímos y nos quedamos callados otros ratos

cuenta, cuento

cositas, fotos pequeñas