23.11.04

Fight Club


*
-En realidad, no moriremos.-
-En realidad, esto no es la muerte-
El edificio donde nos encontramos dejará de existir en diez minutos. Coge un concentrado con un 98% de ácido nítrico gaseoso y añádele el triple de ácido sulfúrico. Prepáralo en una bañera con agua helada. Luego, échale glicerina con un cuentagotas.
Ya tienes nitroglicerina
Tirar de una palanca
Apretar un botón
No entiendes nada y, sencillamente, te mueres.
Es fantástico que el lugar donde estamos será solo un punto en el cielo.
Si supiera como va a terminar todo esto, estaría bien contento de estar ya muerto y en el cielo.
la pistola, la anarquía y la explosión- es por Marla Singer
Se trata de una especie de triángulo amoroso: yo quiero a Tyler, Tyler quiere a Marla, Marla me quiere a mí.
Yo no quiero a Marla, y Tyler n o me quiere aquí, ya no. Se trata de una cuestión de cariño mas que de amor, de propiedad mas que de posesión.
**
Consciente de que todo cuanto sea capaz de conseguir se convertirá en basura.
Cualquier cosa de la que puedas estar orgulloso acabara en el cubo de la basura.
Así conocí a Marla Singer
Ahora es cuando debería llorar, porque, justo en este instante, la vida se reduce a nada, o peor aun, cae en el olvido.
Es fácil llorar cuando te das cuenta de que las personas a las que quieres acabarán oír rechazarte o morirse.
En un plazo suficientemente largo, la tasa de supervivencia de cualquier persona se reducirá a cero.

Farsante.
Farsante.
Farsante.
Este es el único lugar donde realmente me relajo y me abandono.
Estas son mis vacaciones.

Cuando te pasas tres semanas sin dormir todo se convierte en una experiencia extracorporal.
Todo el mundo sonríe como si les estuvieran apuntando a la cabeza con una pistola invisible.
Lo único que Cloe deseaba era echar un último polvo. Nada de arrumacos, sólo sexo.
Durante la Revolución Francesa, las mujeres encarceladas se tiraban a cualquier hombre que quisiera montarlas.
Follar era una manera de matar el tiempo.
Los franceses lo llamaban la petite mort.
"Deslizaos"
Es lo que ocurre en los casos de insomnio. Todo es muy lejano: la copia de una copia de una copia. El insomnio te distancia de todo; no puedes tocar nada y nada puede tocarte.
Esto era libertad. La libertad consistía en perder toda esperanza. Si no decía nada, la gente del grupo se ponía en lo peor. Lloraban con mas fuerza. Yo lloraba con mas fuerza. Mira las estrellas y desaparecerás.
Todas las tardes me moría y todas las tardes volvía a nacer.
Resucitado
No puedo salvarme porque no toco fondo.
Cuando ella me observa soy un mentiroso. Es una farsante; ella es la mentirosa.
Para Marla soy un farsante. Aun así soy el primer farsante.
Estoy en medio de toda la verdad. Todos pendientes de un hilo arriesgándose a compartir aquello que más temen: que su muerte se aproxima de frente y que el cañón de una pistola les presiona en el fondo de la garganta.
Y, de repente, hasta la muerte y los que están muriendo bajan desfilando con flores de plástico como en el vídeo de algo que no ocurrió.

"Marla, farsante, lárgate"
"esto es lo único verdadero en mi vida y lo estas arruinando"
"grandísima mentirosa"
***
Momentos como estos me curan el insomnio con narcolepsia, pues tal vez muramos irremediablemente, reducidos a hebras de tabaco humano prensadas contra el fuselaje.
Así conocí a Tyler Durden.
Estudio a las personas que aparecen en las instrucciones de emergencia plastificadas que hay en el asiento. Una mujer flota en el océano; su cabello castaño se esparce hacia tras y mantiene el cojín apretado contra el pecho. Tiene los ojos completamente abiertos, pero no sonríe ni frunce el ceño. En otra viñeta, los pasajeros, tranquilos como vacas sagradas, se estiran para coger las mascaras de oxigeno que cuelgan del techo impulsadas por un resorte.
"quemaduras de cigarrillo"
El cambio esta hecho.
La película continua.
Ningún espectador tiene la menor idea de lo que ha ocurrido.
Pierdes una hora, ganas una hora.
Así es tu vida y se consume minuto a minuto.
El fotograma en la película equivale en la pantalla a una sexta parte de un segundo. Divide un segundo en seis partes iguales y sabrás lo que dura la imagen de la erección. Un pene rojo, lúbrico y terrible se eleva cuatro pisos por encima de los espectadores, que comen palomitas y nadie lo ve.
Príncipe Azul. Nadie se quejaba. El publico seguía comiendo y bebiendo, pero la función y ano era la misma. La gente sentía nauseas o empezaba a llorar sin saber por qué. Sólo un colibrí habría podido pillar a Tyler con las manos en la masa.
Un minuto era suficiente, dijo Tyler; hay que trabajar duro para lograrlo, pero por un minuto de perfección valía la pena el esfuerzo. Lo máximo que podías esperar de la perfección era un instante.
****

¡Oh! La prueba de que al día estas vivo y arrastrándote por el mundo, y al siguiente te has convertido en un frío fertilizante, en bufé para gusanos.
Su pulso convertido en una sirena cuyo aullido se oye por encima de todos y que anuncia: preparada para morir dentro de diez segundos, nueve, ocho. La muerte se iniciara dentro de siete segundos, seis...
"Preparada para evacuar el alma dentro de diez segundos, nueve, ocho."
La luz de la luna entra por su boca abierta.
Mis chakras siguen cerrados.
Nunca había visto un muerto. No sabia bien qué era la vida porque no tenia con que contrastarla.
Los funerales son ceremonias abstractas.
*****

Finalmente, te quedas atrapado en tu precioso nido y los objetos que solías poseer ahora te poseen a ti.
Lo sé, lo sé, una casa llena de condimentos pero sin comida de verdad.
Si no sabes lo que quieres, terminas teniendo un montón de cosas que no necesitas.
- Quiero que me pegues lo mas fuerte que puedas.
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Puedes tragar casi medio litro de sangre antes de sentir nauseas.
La primera regla del club de lucha es que no se habla del club de lucha.
- no quiero morirme sin unas cuantas cicatrices
La segunda regla del club de lucha es que no se habla del club de lucha.
Esta es la tercera regla del club de lucha: cuando alguien dice basta o resulta herido, aunque este fingiendo, se da por terminada la pelea.
Solo dos tíos por combate. Un combate cada vez. Se lucha sin camisa ni zapatos. El combate dura lo que haga falta. Estas son las otras reglas del club de lucha.
Nada es inalterable incluso la Mona Lisa se esta pudriendo.
Tal vez la autosuperación no sea la respuesta.
Tal vez la autodestrucción sea la respuesta.
Lo que veis en el club de lucha es una generación de hombres criados por mujeres.
Y la séptima regla - chilla Tyler- es que si esta es tu primera noche en el club de lucha, tienes que luchar.
Después de haber estado en el club de lucha, ver partidos de fútbol americano por televisión es como ver películas porno cuando podrías estar follando a lo grande.
Estabamos deseosos de ver hasta donde podíamos continuar sin dejar de estarlo.
No habíamos resuelto nada al terminar el combate, pero no importaba.
La mayoría de estos tíos están en el club de lucha por culpa de algo contra lo que tienen miedo a luchar.
*******

Marla Singer

5.11.04

Naranja y negro


Aquella fría mañana se sentó en aquel banco rojo y frío de todos los días.
se puso a escuchar música y a sacar hilos de colores de una bolsa, y empezó a hacer nudos y nudos... intercalando los hilos... seguía en su mundo...
Poco después él se sentó en el banco de al lado,

ella se fijó en aquellos ojos azules y aquel aire interesante que tenia aquel desconocido.

...

Llegó el tren... se veía a lo lejos... acercarse lentamente, ella,
como rara vez hacia, no se levanto en el ultimo momento y
se puso delante de la puerta, por los cristales vio como él estaba detrás.

subió

se sentó al final del vagón de espaldas
hacia donde se dirigían...
cuando miro al frente, vio como él se sentaba delante

a unos pocos centímetros de ella...
dejo de leer el libro que llevaba entre manos, saco una libreta y una hoja

y se puso a escribir, ella
curiosa, imaginándose que pondría en aquel papel, y en que estaba pensando...
se miraron...

ella seguía con aquellos hilos que ya iban adquiriendo una forma
mas concreta...
ella levantaba la vista, miraba la hoja y miraba sus ojos...


él miraba las manos de ella,
y la miraba fijamente... durante unos segundos...
cada uno seguía con lo suyo...
pero tras varias miradas furtivas, él la sonrió... y ella

le devolvió aquella la sonrisa insinuante...

allí dentro la temperatura había aumentado... y ella decidió sacarse aquel pañuelo
negro, un poco viejo y deshilachado...
aquel día decidió ponerse unos pendientes y collar a juego, que le gustaban... (a él también le gustaron)
al sacarse el pañuelo, se engancho con el collar... no podía quitárselo...
y él

cada vez la miraba mas fijamente... con aquellos ojos...
Volvieron a sonreírse y...
él le preguntó si la ayudaba...

Ella sonrió y asintió.
se acerco a pocos centímetros de ella... mirándose... cada vez más cerca...
consiguió desenganchar el pañuelo y se retiró

con una mirada más...
todo seguía como antes... cada uno con su tarea... mirándose de reojo... y coincidiendo con las miradas...
se aproximaba su estación


Él se levantó, se puso la chaqueta y se dirigió hacia la puerta.
ella como siempre, hasta el ultimo momento no cogió sus cosas y salió
quería decirle algo... pero deseaba que lo hiciese él...
paso a su lado y le dijo suavemente "ciao"
el simultáneamente le preguntó dónde iba...


Tras un intercambio de palabras, le dijo:
nos vemos en el tren...
Desde ese momento supo que la pulsera, seria para él, y que esa mirada no la olvidaría jamás
...